Ana Cristina Herreros
Ayer hemos disfrutado de otro día de feria con el sabor propio del parque del Retiro en una jornada con un punto justo de temperatura ambiental y el calor que nunca puede faltar, el que aportan los visitantes. Un día en que se celebró el Día Internacional de Sensibilización sobre el Albinismo, declarado hace cuatro años por Naciones Unidas para tomar conciencia sobre las amenazas y sufrimientos que padecen estas personas por su condición genética.
La programación del Pabellón Infantil no ha querido ser ajena a esta llamada y una de las actividades de la tarde ha girado en torno a un trabajo de recopilación de cuentos realizado entre una comunidad albina africana, sesión de la que damos cuenta más adelante. Al hilo de este día queremos destacar en esta nota cómo ni la lectura ni las instituciones que desarrollan su labor en torno a ella pueden ser ajenas a la realidad de las personas y colectivos que sufren algún tipo de padecimiento, discriminación o exclusión, sea esta de carácter permanente o circunstancial. En varias mesas de debate de las recientes jornadas Leer Iberoamérica lee: Las otras caras de la lectura celebradas días pasados en la Biblioteca Nacional se abordaron aspectos relacionados con esta cuestión, sobre lectura y compromiso, la creación de espacios colectivos en torno a la lectura y su papel en entornos de crisis, ilustradas con ejemplos de programas y servicios dirigidos a población marginal o las bibliotecas para la paz que se llevan a cabo en países como Venezuela y Colombia. Especialmente se destacó la labor de las instituciones educativas y culturales para romper silencios, crear espacios de encuentro y acogida y llenar la calle con literatura y arte.
Un llenar la calle que eventos como la Feria del libro de Madrid llevan haciendo realidad desde hace 78 años, y que cada día de esta presente edición se repite de forma palpable. Sin ir más lejos, en la mañana de este pasado jueves el Pabellón Infantil hizo posible que 120 niños de educación infantil y otros 120 de primaria disfrutaran de un pícnic literario en las praderas del parque del Retiro.
Dentro de la carpa, otros 100 niños de 5 años y de infantil y primaria escucharon los cuentos del mar de Anahí Muñoz. Por su parte, la escritora Catalina González pasó la mañana con cuatro grupos de chicos y chicas de 5 y 6 de primaria. La propia autora comparte con nosotros unas breves impresiones: “venían de pasear por la Feria, algunos ya con libros, divertidos con la excursión, a la expectativa. Hemos hablado del país invitado, la República Dominicana, del mar Caribe y las historias de piratas. De otras historias en las que las islas tienen un papel central, La isla del tesoro, La Odisea, Peter Pan, y de otro tipo de islas, como los viajes a planetas inexplorados en la Ciencia Ficción. En estos lugares los personajes se encuentran a solas consigo mismos, enfrentados a lo desconocido, y la misma isla se convierte en un personaje más. ¿Cómo creamos los escritores estos mundos de ficción, más o menos realistas, más o menos fabulosos? ¿Cómo podrían ellos crear también un mundo en el que desarrollar nuevas historias? Hemos hablado de todo esto, de la pasión por las historias, por escribirlas, por leerlas, por emprender ese viaje que nos ofrece cada libro”. La magia de los encuentros con escritores e ilustradores se repite cada mañana en un encuentro muy satisfactorio para ambas partes como reflejan las palabras de nuestra invitada de ayer.
El programa de la tarde se abrió con la actividad patrocinada por las editoriales Algar y NubeOcho, en la que el autor y narrador José Carlos Andrés narró a un público diverso en edades dos obras: ¿Qué me cuentas Caperucita? y Adoptar un dinosaurio.
La segunda sesión, como anticipábamos al comienzo de esta nota, giró en torno a la obra Los cuentos del conejo y otros cuentos de la gente albina de Mozambique publicada por la editorial Libros de las malas compañías. En la sesión se narraron algunos de los cuentos que componen esta obra, recogidos por Ana Cristina Herreros en Mozambique entre la población albina. Cerró el día este proyecto social y reivindicativo que reivindica la humanidad de un grupo de hombres y mujeres albinos que regalaron a la autora sus relatos, “a cambio de saber que les importan a alguien; no nos pidieron más”.
Avanzamos un día más y os invitamos a todos a acudir a la Feria del Libro de Madrid en sus últimos tres días, cargados de actividades igualmente, como se puede comprobar en la agenda de actividades y en el programa específico del Pabellón Infantil.
